Aguas furiosas que podrían generar electricidad, si no tuviesen una misión todavía más noble: generar belleza.
Emociona ver aquellas aguas que caen sin parar... las Cataratas del Iguazu, y las sensaciones se suceden. ¿Faltan o sobran palabras para describirlas? La respuesta la tiene cada uno. Lo verdaderamente cierto es que es el mayor espectáculo natural de estas características. Cuando el estrepitoso ruido de las aguas se combina con el silencio abrumador del ambiente en un solemne concierto, la emoción suele ser el sentimiento dominante.
Las Cataratas del Iguazú poseen 275 saltos que son visitados a través de varios accesos. Pasarelas y botes aproximan al visitante a los saltos para vivir una experiencia inolvidable. Cada descanso, cada mirador contiene la nitidez de una tarjeta postal, en medio de una gran vegetación subtropical repleta de flores, pájaros y animales silvestres.
Paquetes a Iguazú